Los libros de historia del automovilismo mundial desde ahora dirán que el 25 de octubre de 2020, en pandemia de coronavirus, Lewis Hamilton cruzó primero la meta por vez 92, convirtiéndose en el más ganador de la historia de la Fórmula Uno.
«Estás reescribiendo los libros de historia», le dijeron, justamente, desde el radio de su equipo, apenas dio ese último giro. También lo saludó Toto Wolff («92, Lewis, 92», le dijo), el director del equipo que pocas veces se anima al intercomunicador con sus pilotos.
El británico de 35 años, séxtuple campeón del mundo, tuvo una largada comprometida, como casi toda la grilla de partida al sorprender la lluvia en el comienzo. Había quedado tercero. Pero para la vuelta 20, el ícono del #BlackLivesMatter en el Gran Circo ya había recuperado la punta, esa que se siente a gusto con él comandando los hilos de cada carrera, y desde entonces ya nada paró al imbatible piloto, ambicioso, veloz y preciso.
Y fue una victoria notable, además: con un tiempo de 1h29m56s828/1000, superó a su compañero Valtteri Bottas por más de 25 segundos de diferencia, en un podio que completó el holandés Max Verstappen en la tercera colocación.
Fue el más rápido, por lejos, en la vuelta de Portugal al calendario de la Fórmula Uno tras 25 años, para también meterse en el quiebre de la historia, este domingo de pista resbaladiza. Porque también la lluvia quiso estar presente el día en el que Hamilton se animó a acelerar tanto que pudo sobrepasar ese glorioso récord de 91 victorias que supo sellar el gigante alemán Michael Schumacher.
Lewis se abrazó con su papá Anthony, antes de subir al podio histórico que lo consagraría en lo más alto entre los máximos vencedores.
Mercedes, el equipo del séxtuple campeón que lidera este campeonato por 77 puntos sobre su compañero Bottas, había evocado en la previa una imagen de un pequeño Hamilton y un recuerdo de esos que evocan lo voraz del tiempo. «¡La última vez que la Fórmula Uno corrió en Portugal, Lewis Hamilton tenía sólo 11 años! Hoy, puede quebrar el récord como máximo ganador de todos los tiempos», escribieron desde sus redes oficiales junto a la foto del británico, con la misma cara, la misma sonrisa, y unos laureles que le quedaban enormes para su niñez.
Lewis Hamilton se encargó este domingo de seguir escribiendo él mismo su historia. «Como dijo Maya Angelou: ‘Haz lo mejor que puedas hasta que sepas más. Entonces, cuando sepas más, hazlo mejor’. Ahora es el momento de aprender más, decir más y, lo que es más importante, hacer más. Ganar campeonatos es genial, pero quiero que se me recuerde por mi trabajo creando una sociedad más igualitaria a través de la educación. Eso es lo que me impulsa», dijo este año -en una nota con el Sunday Times- el hombre récord de la máxima categoría del automovilismo. El que reescribe la historia porque ganó más que nadie y también porque en medio de los rugidos de los motores más veloces del mundo, se detiene y pisa el freno de sus tiempos para recordar y recordar lo que importa.
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